En la Ciudad de la Furia
23 mayo, 2012
Diego
Entre
tantos
Diegos, había uno.
Tocaba el
violín
, el
piano
y la guitarra.
Un
Diego
que sin verlo te erizaba la
piel
;
como se
eriza
cuando alguien
susurra
en tu oído,
o cuando apenas
toca
tu piel con la punta de sus
dedos
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario