Nunca fui aficionada a mirarme en los espejos.
Pero ahora necesito mirarme a la cara y encontrar la respuesta que tanto anhelo. Me miro en las vitrinas, en los lentes de los transeúntes y en los charcos de agua. Pasan micros, autos y ni siquiera en sus vidrios puedo verme. Por más que intento mirarme a los ojos, más se vislumbra el contorno de mi espalda.
3 comentarios:
entonces no buskes mirar en otros lugares... buska en ti misma
no soy yo, es una mujer X que mostraba su espalda en un cuadro de un pintor X y su historia naciò de mi imaginaciòn. Tal vez en mi cabeza hay una ciudad de espejos que reflejan espaldas :O
creo que la mujer X es bacan, yo quisiera aveces mirar mi espalda todo el tiempo, sería como más facil, así no veo mi ojos vidriosos por tanto llanto y dolor.
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